jueves, 8 de abril de 2010

APRENDIENDO A CAMINAR SOLOS

Cuando algo o alguien nos pide que lo dejemos caminar solo, sentimos que nos duele el centro del alma y es que no estamos acostumbrados a soltar, dejar ir significa en mucho de los casos trascender.
El miedo al cambio nos aterra y comenzamos una huida en nuestro un mismo circuito.
Aprender a soltar es quizás el desafío más difícil y doloroso que el ser humano debe enfrentar .

"El es el tiempo, el único que puede ayudar cuando el dolor de una pérdida te hace creer que no puedes seguir"...

• Pensar en recontruirnos.
• Mientras conservemos lo viejo lo nuevo no podrá entrar.
Aceptar... y dejar ir, significa dejar de pelear con la vida, aceptando a las personas, las situaciones, las circunstancias y los hechos tal como se den, incluidas decisiones y acciones del pasado, lo “malo”, así como lo “bueno”.
Implica saber renunciar y no aferrándonos a aquello que la razón nos dice es, en nuestras circunstancias, imposible o muy costoso de lograr. Si dejamos de luchar y de resistirnos a lo inevitable, viviremos plenamente el presente, permaneciendo abiertos a todas las opciones
sin aferrarnos rígidamente a ninguna de ellas.
EL AQUÍ Y EL AHORA es un tiempo que pocos se atreven a experimentar, perdemos el tiempo lamentándonos del pasado y añorando el futuro.

Estar consientes que si no podemos cambiar la realidad debemos aprender a vivir con ella.

Una de las enseñanzas de Buda, tal vez la más conocida, es que las expectativas son la causa del sufrimiento.
Cuando dejamos de esperar que las cosas sean distintas a lo que son comenzamos a transitar el sendero de la paz interior.
http://www.personarte.com/aceptar_dejar.htm

Para todo lo que sucede hay razones que, bien aprovechadas, trabajan en favor de nuestro desarrollo como seres humanos. En cada problema hay un principio de oportunidad, que nos permite transformar cualquier circunstancia adversa, en algo positivo.
Saludos, Gretel.