EL SATANISMO
Para el satanista, el sexo es una actividad gratificante unida a la naturaleza humana en la que se obtiene un equilibrio físico y mental.
Parten del instinto básico animal que transforman en algo más complejo lleno sensaciones.
La sexualidad satánica no tiene más limitaciones que el respeto a los deseos del compañero, ya que nada está prohibido y cada uno debe decidir por sí mismo que actividad sexual conviene a sus necesidades individuales.
Condenan profundamente la corrupción de menores, los actos zoofílicos, y en definitiva todos aquellos actos en los que se induzcan actos contra los deseos de otra persona.
En los cultos lunares, la mujer era considerada como la diosa, la madre, y el centro de todo lo existente en la naturaleza. Pues bien, el satanismo ha devuelto el papel protagonista a la mujer en muchas ceremonias.
El hombre como la mujer juega el mismo papel. No hacen ninguna distinción, la única diferencia que realizan es la definición de la individualidad.
Saludos, Gretel