Muchas veces realizamos cosas y no estamos a gusto desarrollándolas, alguna vez te has preguntado por qué lo haces?.
La respuesta a lo anterior es el MIEDO, miedo a quedarnos solos, miedo a no ser aceptados en el núcleo familiar, en la sociedad, en el trabajo. Reprimimos las palabras que agritos nos solicitan ser habladas.
DEJAR DE PERTENECER PARA PODER SER que buen tema para analizar en la soledad de nuestro cuarto y así definir porque permitimos que los vecinos, la mamá, el papá, los hermanos dicten nuestro estilo de vida.
Alguien escribió reglas, reglas que nuestra esencia no acepta simplemente porque no son parte de nuestro carácter, reglas que limitan nuestras emociones, reglas que dejan sin aliento a nuestro instinto.
Si quiero estar tatuado no puedo hacerlo porque la sociedad me estigmatiza de ser un ladrón, un vago etc., si quiero ser pintor no puedo serlo porque la familia me dice ese oficio no es redituable económicamente.
Que diablos empecemos por ir a favor de nuestros deseos, anhelos y que el mundo se pare de cabeza finalmente quién en su momento vivirá las consecuencias buena so malas somos nosotros mismos.
Por eso el artículo de hoy DEJAR DE PERTENECER PARA PODER SER es importante analizarlo.
Es difícil llegar a ser CONGRUENTES pero una vez que lo logras te sentirás libre y único, perderás momentáneamente personas porque no te aceptan pero el verdadero amor nace de la aceptación..
Recordemos que, donde inician tus derechos terminan los de los demás. La lengua de la sociedad es feroz y aniquiladora.
Saludos
Gretel